Y
es que a través de la pintura nos expresamos, soñamos, plasmamos aquello que
vemos a nuestro alrededor y en nuestro entorno; pintar divierte, ayuda a crear;
Y como padres no debemos limitar jamás esta expresión en nuestros hijos, al
contrario, hay que buscar la manera de estimular a nuestros pequeños pintores,
aunque siempre hay que dejar las reglas claras: las paredes no se pintan, salvo
se tenga una pared especial donde sí puedan hacerlo.
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esta actividad con tus hijos es una buena oportunidad para conversar y para
saber cómo se sienten. Pinta con tus hijos y a medida que vayan creciendo,
ayúdalos a mezclar colores, a crear nuevas formas, a mejorar sus trazos, a usar
diferentes elementos para hacer más vistosas sus pinturas.
Si
tu hijo está pequeño es buen momento para estimular la pintura en él. Procura
invitar a tu hijo a pintar, y recuerda no lo presiones ya que podría perder
el gusto de hacerlo.
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